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Cuándo prescribe una deuda reclamada judicialmente

cuando prescribe una deuda reclamada judicialmente

La prescripción es un concepto importante que determina el plazo en el cual una deuda puede ser reclamada. Por eso vamos a ver cuándo prescribe una deuda reclamada judicialmente en los diferentes casos de endeudamiento más comunes.

La prescripción es una forma de proteger a los deudores de ser perseguidos eternamente por sus deudas, estableciendo límites de tiempo para que los acreedores tomen acciones legales.

En el caso de una deuda reclamada judicialmente, el plazo de prescripción puede variar dependiendo del tipo de deuda y de la legislación del país donde se encuentre. Sin embargo, en general, podemos decir que la mayoría de las deudas prescriben después de un determinado período de tiempo.

En primer lugar, es importante tener en cuenta que la prescripción de una deuda comienza a contar a partir de la fecha en que la deuda se hizo exigible, es decir, a partir de la fecha en que el acreedor comenzó a reclamar el pago.

Cuando prescribe cada tipo de deuda

En España, el plazo de prescripción es de 5 años, tiempo definido en la Reforma del Código Civil de 2015 (Ley 42 del 5 de octubre de 2015). Pero esto puede mayor o menor, en ocasiones, dependiendo el caso. Este plazo de 5 años vale tanto para deudas de empresas o empresarios individuales como de personas físicas.

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Prescripción de deuda hipotecaria y de tarjetas

Las deudas contraídas con entidades bancarias es uno de esos casos donde el plazo de prescripción puede ser mayor, llegando en algunos casos mayor. Esto sucede con la deuda hipotecaria, que no se ha visto alterada con la reforma de 2015, y continúa siendo a los 20 años, comenzando a contar no desde el momento de contraer la deuda, sino desde la última reclamación judicial. Esto se mantiene, como se recoge en el artículo 1964 del Código Civil.

En el caso de las tarjetas bancarias, en cambio, pasó en 2015 de 15 años a 5, que es lo que actualmente tarda este tipo de endeudamiento en prescribir.

En Francia las deudas prescriben también en 5 años, mientras que en otros países el plazo de prescripción para una deuda reclamada judicialmente varía entre 3 y 6 años, aunque puede variar según la legislación particular de cada país. Por ejemplo, en algunos países de América Latina, como Argentina y México, el plazo de prescripción para una deuda reclamada judicialmente es de 3 años. 

Cuándo prescribe una deuda con Hacienda y la Seguridad Social

En España la deuda prescribe a los 4 años cuando la misma es contraída con Hacienda o la Seguridad Social, según el artículo 66 de la Ley General Tributaria. En países como Alemania es diferente, siendo de hasta 7 años los necesarios para la prescripción de deudas con la Hacienda pública.

Deudas laborales

Las deudas derivadas de relaciones laborales, como salarios impagados, también tienen un plazo de prescripción de 1 año. Después de ese tiempo no se podrán reclamar.

Otras deudas

En el caso de las deudas ordinarias, como préstamos personales, etc., el plazo de prescripción es de 5 años. El plazo comienza a contar desde que la deuda es exigible, es decir, desde que el deudor incumple el pago en la fecha acordada.

Cómo funciona la prescripción

La legislación española establece diferentes plazos de prescripción de la deuda según el tipo de reclamación. Su propósito es evitar que las personas tengan que enfrentar demandas o acciones legales mucho tiempo después de que se haya contraído la deuda.

La prescripción de una deuda pone fin a plazo de tiempo durante el cual el acreedor (la persona o entidad que tiene derecho a reclamar el pago) tiene la posibilidad legal de exigir el cumplimiento de la deuda por parte del deudor (la persona o entidad que debe el dinero). Una vez que la deuda ha prescrito, el acreedor pierde el derecho a reclamar el pago y el deudor ya no está legalmente obligado a pagarla.

Es importante destacar que la prescripción solo impide que el acreedor pueda llevar a cabo acciones legales para reclamar la deuda. No significa que la deuda desaparezca o que el deudor ya no tenga la obligación de pagarla. El deudor sigue siendo responsable de la deuda incluso después de que haya prescrito, pero el acreedor no puede recurrir a un tribunal para obtener un fallo a su favor.

El plazo de prescripción de una deuda en España, como hemos visto más arriba, varía según la naturaleza de la misma y está regulado por el Código Civil español. 

Además, hay que tener en cuenta que existen ciertas acciones o situaciones que pueden interrumpir la prescripción, lo que significa que el plazo se detiene y vuelve a comenzar a contar desde cero. Algunos ejemplos de interrupción de la prescripción incluyen:

  • Cuando el acreedor presenta una reclamación formal o demanda contra el deudor.
  • Cuando el deudor reconoce por escrito la deuda y su obligación de pagarla.
  • Cuando el deudor efectúa un pago parcial o realiza alguna gestión que demuestre la intención de pagar la deuda.

En algunos casos la ley puede establecer plazos de prescripción especiales. Por ejemplo, en casos de deudas derivadas de acciones ilegales o delitos, el plazo de prescripción puede ser extendido o incluso anulado.

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