Los impagos pueden ser un dolor de cabeza para cualquier profesional que tenga en un negocio de cualquier tipo. Esta situación puede llegar a convertirse en un círculo vicioso si no se toman las medidas necesarias para terminar con el problema. Y es que no contar con la liquidez imprescindible para poder cumplir con las responsabilidades del día a día se convierte en un verdadero quebradero de cabeza. Por lo tanto, es básico conocer de qué manera se puede conseguir liquidez.
Una de las vías empleadas por muchas empresas es el descuento de facturas. Esta opción permite, dentro del mundo de la gestión financiera, disponer de la liquidez inmediata que se necesita para afrontar los compromisos económicos. El descuento de facturas simplifica el proceso de recuperación de una factura impagada.
Opciones para resolver impagos
De cara a la liquidez para resolver los impagos hay dos opciones: el acreedor puede vender dichas deudas, esto se conoce como factoring, o el acreedor puede obtener un anticipo de una parte del importe adeudado por su cliente.
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En el primer caso el vendedor de la deuda interactúa con el comprador y el acreedor se embolsa el importe íntegro de la misma de un modo sencillo y rápido, el comprador se convierte entonces en el acreedor de la deuda y le corresponde a él recuperar el capital.
En el segundo caso, el acreedor recibe un anticipo del cliente, dispuesto a pagar con retraso, que le reportará una parte del importe y el resto según el acuerdo entre el mismo y el acreedor.
Además de compensar los impagos, otra de las opciones para recaudar fondos es tramitar las líneas de crédito. Estas se pueden obtener en cualquier entidad financiera y sirven para afrontar la necesidad de liquidez de forma inmediata. Las líneas de crédito ayudan a financiar los impuestos y los gastos no previstos.
Otra fórmula para obtener liquidez es a través de los préstamos bancarios. Esta es una opción clásica que requiere cumplir una serie de requisitos para poder acceder a ellos, como por ejemplo, cumplir con los requisitos económicos para demostrar que se es apto para realizar este tipo de transacciones.
Mejor solución a los impagos
Las entidades financieras no compran facturas impagadas bajo el formato factoring. El factoring es una herramienta de adelanto de liquidez a través de la venta de dichas facturas con una expectativa real de cobro, en caso de no cobrarse, el acreedor tiene obligación de liquidar el importe adelantado. En esencia el factoring está centrada en el marcado de futuros. Ahora bien, si que puede ser una herramienta preventiva, pues cuando el acreedor vende esas facturas, la entidad financiera en caso de ser incumplidas a por quien va a ir primero es a por el deudor real, mientras que si no lo logra el acreedor se hace responsable.
En definitiva, como elemento preventivo y de adelanto de liquidez puede ser útil, pero en ningún caso se pueden vender facturas impagadas bajo el formato del factoring. Es ahí donde debting pretende posicionarse, siendo la única entidad que si que adelantamos liquidez cuando las facturas ya han sido impagadas.
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